La actual plaza del Triunfo, ha tenido varias denominaciones a lo largo de su historia. Si nos remontamos hasta el siglo XV, al ser el lugar donde se colocaban los sillares y bloques de piedra que se usaban para construir la Catedral se le conocía como la Plaza de los Cantos y ya en el siglo XVI tomó el nombre de Plaza del Hospital del Rey debido a que en ella se ubicaba el antiguo hospital de la Virgen del Pilar, también conocido como Hospital del Rey. Con los años, el edificio perdería su uso sanitario, pasando a ser sede de la Diputación Provincial de Sevilla, hoy Casa de la Provincia.
¿Pero porque se llama Plaza del Triunfo?
Algunas personas creen que el origen del nombre de esta céntrica plaza tiene relación con alguna historia bélica, pero nada más lejos de la realidad. El nombre se debe al “Triunpho” o templete situado en la plaza junto al Archivo de Indias. De estilo barroco, cobija a una imagen de la Virgen del Patrocinio y fue realizado por José Tomás Zambrano en 1756.
Pero para conocer el origen de esta historia tenemos que remontarnos un año antes. Corría el día 1 de noviembre de 1755 y durante la celebración en las naves de la Catedral de Sevilla de la misa por la festividad de Todos los Santos, tuvo lugar un gran terremoto. Se trataba del conocido como Terremoto de Lisboa, el seísmo más violento que ha sufrido la zona occidental de Europa. No estamos hablando de un terremoto cualquiera, sino de un seísmo de nada más y nada menos que de nueve puntos sobre la escala Richter. Este seísmo, con epicentro en la zona del Cabo de San Vicente, se hizo notar en toda la Península Ibérica llegando a afectar incluso a las costas de Marruecos y Gran Bretaña.
Sevilla resultó muy afectada, muchos edificios se hundieron y la catedral quedó dañada, sin embargo, solamente murieron seis personas en toda la ciudad.
Los fieles que asistían en la Catedral a la misa de Todos los Santos, salieron muy asustados a la plaza de los Cantos y una vez pasado el seísmo, sin que hubiera ningún herido entre ellos, continuaron con la celebración eucarística finalizándola con el canto “Te Deum” a modo de acción de gracias.
Por tal motivo, en el lugar donde finalizó la celebración religiosa fue levantado este templete, pasando desde entonces a conocerse como Plaza del Triunfo, tal y como la conocemos en la actualidad.
En el basamento del Templete, podemos observar la siguiente inscripción, que describe los los hechos acaecidos en aquella mañana del 1 de noviembre de 1755:
"Sábado, 1 de Nov. Año 1755 a las 10 de la mañana huvo general y pavoroso terremoto el que se creyó asolaba la Ciudad, y sepultaba a sus moradores en la ruina, pues se estremecieron violentamente los edificios cayendo algunos y parte de las iglesias. En la Patriarcal con espantoso horror llovieron parte de sus bóvedas, cayeron pilares de los elementos de su Torre. Siendo sin número el concurso nadie se sintió lastimado. En toda Sevilla solo 6 personas perecieron deviendo las demás sus vidas la Ciudad su consistencia al Patrocinio de la que es Madre de Dios y Misericordiosa María Stma. en cuyo honor y perpetuo agradecido monumento mandaron poner los Ilmos. Sres. Deán y Cabildo e hacer este Triunpho en el sitio mismo que se dixo la Misa y cantó Sexta en aquel día."
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